La AIE aparca el 'peak oil' y vuelve a contemplar que la demanda de petróleo crezca hasta 2050
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha vuelto a poner sobre la mesa, tras un paréntesis de cinco años, un escenario en el que la demanda mundial de petróleo y gas no dejará de crecer al menos hasta 2050 debido a las modestas ganancias en eficiencia energética y una adopción del vehículo eléctrico menos optimista de lo previsto, después de que la postura de la Casa Blanca haya virado hacia una posición más favorable a los hidrocarburos.
En su 'Panorama Energético Mundial 2025', la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recupera el denominado "Escenario de Políticas Actuales (CPS)", que dejó de publicar tras la edición de 2020 debido a la inestabilidad en los mercados energéticos y los rápidos cambios en el panorama político durante la pandemia de Covid-19.
Este escenario, que se basa únicamente en medidas formalmente recogidas en la legislación y la normativa vigentes, y que no contempla cambios adicionales en las políticas, incluso cuando los gobiernos hayan anunciado su intención de implementarlos, proyecta que la demanda de petróleo global aumente a 113 millones de barriles diarios para 2050,aproximadamente un 13% más que en 2024, principalmente debido al mayor consumo en mercados emergentes para el transporte por carretera, materias primas petroquímicas y la aviación.
Asimismo, este caso apunta a un estancamiento en la adopción de los vehículos eléctricos para el transporte por carretera en las regiones que carecen de un fuerte apoyo político, señalando como "principales excepciones" a China y Europa, que experimentarían un crecimiento continuo en las ventas de vehículos eléctricos.
"En el escenario CPS, la cuota de mercado de los vehículos eléctricos sigue aumentando, aunque no tan rápidamente como en los últimos años", recoge el informe de 518 páginas publicado este miércoles, que prevé que para 2035 los vehículos eléctricos representarán alrededor del 40% de los más de 100 millones de turismos vendidos en todo el mundo, asumiendo China más del 50% del total de coches eléctricos vendidos a nivel mundial en 2035 y Europa otro 30%.
Sin embargo, el despliegue de vehículos eléctricos es mucho más moderado en otros lugares, y las cuotas de ventas se mantendrán cercanas a los niveles actuales hasta 2050, señala la AIE, añadiendo que las mejoras en la eficiencia de las tecnologías convencionales (automóviles, camiones, aviones y barcos) también se ralentizarán con respecto a los niveles históricos en dicho escenario.
Bajo este supuesto, la demanda total de petróleo en China disminuirá ligeramente, pasando de aproximadamente 16,2 millones de barriles diarios (mb/d) en 2024 a 15,8 mb/d en 2035, principalmente debido a la reducción del consumo de petróleo en el transporte por carretera, mientras que India liderará el crecimiento del consumo mundial de petróleo durante los próximos diez años, pasando desde 5,5 mb/d en 2024 a 8 mb/d en 2035, y la demanda de petróleo en África aumentará un tercio, hasta alcanzar aproximadamente 6 millones de barriles diarios (mb/d) en 2035.
En cuanto a las economías avanzadas, la demanda de crudo disminuye en aproximadamente 3,5 millones de barriles diarios hasta 2035, pero existen grandes diferencias entre países. Alrededor del 80% de la caída se produciría en Europa, y también en Japón y Corea, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, principalmente como resultado de las políticas actuales de electrificación del transporte por carretera y de calefacción, mientras que en otras economías avanzadas aumenta ligeramente hasta 2035.
Según el escenario de políticas actuales de la AIE, un crecimiento fuerte y sostenido de la demanda de petróleo provocaría que los precios alcancen los 89 dólares por barril en promedio para 2035 y los 106 dólares por barril en 2050 ante la necesidad de incentivar la producción necesaria de recursos.
ESCENARIO DE POLÍTICAS DECLARADAS..
De su lado, el Escenario de Políticas Declaradas, que considera la aplicación de una gama más amplia de políticas, incluidas aquellas que se han propuesto formalmente, pero aún no se han adoptado, la demanda de petróleo aumenta desde los 100 mb/d en 2024 hasta alcanzar su punto máximo alrededor de 2030 y luego disminuirá de nuevo al unos 100 mb/d para 2035 para ir bajando a partir de entonces en unos 0,2 mb/d cada año hasta 2050.
En este supuesto, la AIE anticipa que los vehículos eléctricos representan alrededor del 50% de las ventas de coches para 2035, lo que supone un ahorro de petróleo de más de 10 millones de barriles diarios, mientras que las mejoras en la eficiencia de los vehículos convencionales de gasolina y diésel reducen la demanda de petróleo en aproximadamente 3,5 mb/d adicionales. De este modo, para 2050, la mitad del parque mundial de vehículos ligeros será eléctrico.
En este escenario, las proyecciones de la AIE apuntan a que el precio del barril de petróleo se situaría para 2035 en unos 80 dólares, mientras que al final del horizonte de previsión bajaría a unos 76 dólares en 2050.
"Los escenarios del 'Panorama Energético Mundial' ilustran los puntos de decisión clave que se avecinan y, en conjunto, proporcionan un marco para un debate basado en datos y evidencias sobre el camino a seguir", ha comentado el director general de la AIE, Fatih Birol.
En este contexto, el documentto señala que los países de todo el mundo se enfrentan a acuciantes amenazas a la seguridad energética y a crecientes riesgos a largo plazo en una gama sin precedentes de combustibles y tecnologías, lo que sitúa a la energía en el centro de las tensiones geopolíticas y la eleva a la categoría de cuestión fundamental de seguridad económica y nacional, por lo que la AIE insta a los gobiernos a impulsar una mayor diversificación de los suministros y una mayor cooperación entre sí "para afrontar las incertidumbres y la turbulencia que se avecinan".
"Cuando analizamos la historia del mundo energético en las últimas décadas, no hay otro momento en que las tensiones en materia de seguridad energética hayan afectado a tantos combustibles y tecnologías a la vez; una situación que exige el mismo espíritu y la misma concentración que demostraron los gobiernos cuando crearon la AIE tras la crisis del petróleo de 1973", ha añadido Birol.
En cualquier caso, aunque el ritmo varía según los diferentes escenarios, la AIE destaca que las energías renovables crecerán más rápido que cualquier otra fuente de energía importante, lideradas por la energía solar fotovoltaica, mientras que otro elemento común en todos los escenarios es el resurgimiento de la energía nuclear, con un aumento de la inversión tanto en centrales tradicionales a gran escala como en nuevos diseños, incluidos los pequeños reactores modulares, por lo que, tras más de dos décadas de estancamiento, se prevé que la capacidad mundial de energía nuclear aumente al menos un tercio para 2035.
Por otro lado, el informe advierte de que el mundo "no está cumpliendo con los objetivos que se fijó" en lo que respecta al acceso universal a la energía y el cambio climático.
En este sentido, estima que unos 730 millones de personas aún viven sin electricidad y casi 2.000 millones dependen de métodos de cocción perjudiciales para la salud. Asimismo, ante el aumento de los riesgos climáticos, el informe considera que se superará el calentamiento de 1,5 °C en cualquier escenario, incluso en aquellos con reducciones de emisiones muy rápidas, por lo que insta al sector energético a prepararse para los riesgos de seguridad derivados de las temperaturas más altas, aunque "aún hay margen para evitar los peores escenarios climáticos".
EUROPA PRESS
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