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Repsol obtiene un resultado de 3.222 millones de euros.

Repsol

Nota de prensa

  • Repsol avanzó en los nueve primeros meses del año en sus objetivos estratégicos, acelerando la transición energética y su perfil multienergético, con crecimiento rentable de los negocios, solidez financiera y una remuneración a los accionistas situada entre las mejores del sector y del IBEX 35.
  • En un periodo en el que ha dado entrada a socios estratégicos en sus negocios de Upstream y Renovables, la compañía ha mantenido descuentos en carburantes (desde marzo, más de 300 millones de euros de ahorro para sus clientes), ha cerrado el Acuerdo Marco para sus trabajadores y ha anunciado, hoy mismo, la propuesta de elevar un 11% la remuneración en efectivo a los accionistas en 2023.
  • El resultado neto entre enero y septiembre fue de 3.222 millones de euros. Esta senda de recuperación está permitiendo a Repsol compensar parcialmente las pérdidas de los ejercicios 2019 y 2020, de más de 7.100 millones de euros, derivadas de los ajustes de activos para ser cero emisiones netas y de la pandemia sanitaria global.
  • El resultado neto ajustado se situó en 4.564 millones de euros, de los que cerca del 60% provino del negocio internacional, cuyo principal exponente es el área de Upstream.
  • Particularmente relevante fue la generación de caja en el período, que en aplicación del Plan Estratégico de la compañía, ha permitido una reducción de la deuda del 62% desde el principio del año, un incremento de la retribución al accionista y un aumento de las inversiones del 47%, hasta totalizar 2.397 millones de euros.
  • La compañía tiene previsto realizar en lo que queda de año una amortización adicional de 50 millones de acciones, con lo que adelantará tres años el objetivo de recompra y amortización de 200 millones de acciones fijado en el Plan Estratégico para 2025.

Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol

  • “Hemos dado pasos de gran relevancia para impulsar la transformación de Repsol, su perfil multienergético y descarbonizado. Las alianzas que estamos construyendo para potenciar el crecimiento y desarrollo de áreas clave son fundamentales para seguir avanzando en nuestros objetivos. Entre ellos, está ofrecer una retribución atractiva para los accionistas, aspecto en el que estamos adelantando nuestros compromisos estratégicos, incrementando el valor para los más de 500.000 inversores de nuestra compañía”.

Repsol obtuvo un resultado neto de 3.222 millones de euros entre enero y septiembre, un periodo en el que dio entrada a socios estratégicos en sus negocios de Upstream (Exploración y Producción) y Renovables para impulsar su transformación y su perfil multienergético y descarbonizado. Gracias a estos acuerdos, la compañía adelanta el cumplimiento de objetivos clave de su Plan Estratégico 2021-2025, basado en la aceleración de la transición energética, con crecimiento rentable de los negocios, solidez financiera y una remuneración a los accionistas situada entre las mejores del sector y del IBEX 35. Para seguir reforzando este último aspecto, hoy ha anunciado la propuesta de elevar un 11% la remuneración en efectivo a sus accionistas en 2023.

En un contexto marcado por tensiones internacionales, Repsol continuó ejerciendo su labor como servicio esencial para la sociedad y garantizando el suministro en España, para lo que destinó más de 2.000 millones de euros a incrementar sus inventarios en los primeros nueve meses de 2022. Además, proporcionó significativos descuentos a sus clientes, que en las estaciones de servicio españolas de Repsol se han beneficiado, desde el mes de marzo, de ahorros por valor de más de 300 millones de euros.

En el último trimestre la compañía consensuó con los representantes de los trabajadores el Acuerdo Marco, que estará vigente hasta finales de 2024, en el que se establecen aspectos relevantes como aumentos salariales y nuevas fórmulas de teletrabajo. Adicionalmente, continuó con su esfuerzo inversor, principalmente centrado en la Península Ibérica. El total de las inversiones en los primeros nueve meses del año fue de 2.397 millones de euros, un 47% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Repsol se mantuvo en la senda positiva del primer semestre del año, que le llevó a compensar parcialmente las pérdidas de los ejercicios 2019 y 2020, más de 7.100 millones de euros, derivadas de los ajustes de activos para ser cero emisiones netas y de la crisis sanitaria global. El resultado neto ajustado de los primeros nueve meses del año se situó en 4.654 millones, con una aportación del negocio internacional cercana al 60%. Los negocios de Upstream e Industrial tuvieron un comportamiento destacado, maximizando sus resultados gracias al impulso de la gestión marcada por el Plan Estratégico 2021-2025.

En el área de Upstream, las medidas de eficiencia y el mayor foco en el valor del portafolio de activos de crudo y gas, que se implantaron en un entorno de precios muy bajos, fueron fundamentales para aprovechar toda la rentabilidad del actual ciclo. Este negocio, que desarrolla el conjunto de su actividad fuera de España, obtuvo un resultado de 2.431 millones.

Los precios de los hidrocarburos, que reflejaron la inestabilidad del entorno, influyeron en esta cifra, con una media que, en el caso del crudo Brent, superó en un 55% a la del mismo periodo del año anterior. Así, entre enero y septiembre, este crudo se pagó a una media de 105,5 dólares por barril, aunque desde los máximos del mes de marzo acumuló un retroceso en su cotización superior al 30%. El gas Henry Hub alcanzó los 6,8 dólares por MBtu de media, un 112% más de lo registrado hasta septiembre de 2021.

La tensión en el escenario internacional de precios llevó a Repsol a poner en marcha el pasado mes de marzo, antes que ningún otro operador y anticipándose a la bonificación aprobada por el Estado -que entró en vigor el 1 de abril-, medidas para aliviar el esfuerzo económico de los consumidores. Desde entonces viene aplicando significativos descuentos en la venta de carburantes en sus estaciones de servicio en España, que se han traducido en un ahorro total para sus clientes de 300 millones de euros, aproximadamente. Esta decisión explica el descenso hasta los 373 millones de euros del resultado del área de Comercial y Renovables. En esta cifra también influyó el esfuerzo de la compañía para tratar de amortiguar las consecuencias que el contexto de precios del mercado de electricidad y gas está teniendo para sus cerca de 1,5 millones de clientes de este negocio.

Por otra parte, la apuesta de Repsol por el negocio industrial, con inversiones en las instalaciones de refino que rondan una media de 1.000 millones de euros anuales desde 2008, le permitió aumentar y optimizar la utilización de sus activos para responder a las tensiones en el mercado internacional de combustibles derivadas de la guerra de Ucrania. Cabe destacar que esta línea de actuación, que ofrece a España una ventaja competitiva que garantiza el suministro en el actual entorno y permite mantener empleo de calidad, se ha continuado mientras que Europa reducía su capacidad de refino. Además, las inversiones están mejorando aspectos como la flexibilidad o la eficiencia de estos activos, como demuestra el hecho de que los centros industriales de la compañía hayan reducido su consumo de gas en un 45%. El área logró un resultado de 2.031 millones de euros.

El actual momento positivo del negocio de Refino no evitó que Repsol decidiese registrar provisiones por deterioro en el valor contable de sus refinerías, cuya rentabilidad y competitividad a largo plazo quedarían impactadas en caso de no corregirse aspectos como la inseguridad del entorno de negocio y la presión regulatoria y fiscal en Europa. Estas provisiones suponen la mayor parte de los resultados específicos del periodo enero-septiembre, que se situaron en -2.086 millones de euros.

La volatilidad del entorno quedó patente en el caso del indicador de margen de refino, que estuvo hundido todo el pasado ejercicio y en los primeros meses del año en curso, afectado por el descenso de la demanda de carburantes. Esta situación se revertió en el segundo trimestre, con fuertes subidas que lo llevaron hasta los 23,3 dólares por barril, pero entre julio y septiembre se produjo un nuevo descenso, hasta 12,7 dólares por barril, debido a factores como el alza de los costes energéticos. En este último periodo, la volatilidad fue máxima, con oscilaciones del margen entre 0 y 20 dólares por barril.

Los márgenes medios de los últimos periodos se sitúan muy por encima de los registrados en ejercicios anteriores, un alza a la que contribuyó el estado endémico del refino de la Unión Europea, que ha reducido su capacidad en más de un 10% en la última década, debido, principalmente, al cierre de 24 instalaciones provocado por un entorno de escasa rentabilidad e incertidumbre regulatoria.

Por su parte, el negocio de Química sufrió las consecuencias de un entorno a la baja, con demanda y márgenes en caída y afectado por la subida de los costes energéticos.

La transformación de la industria para establecer un modelo descarbonizado que permita su sostenibilidad futura es estratégica para Repsol. Se trata de una actividad que proporciona una sólida fuente de empleo (200.000 familias dependen directamente del sector del refino en nuestro país), refuerza la independencia energética de España y es palanca indispensable en la transición energética. La compañía no ha dejado de invertir en el futuro de este negocio, incluso en momentos como los años 2020 y 2021, cuando la crisis de la COVID afectó profundamente al refino y este arrojó un resultado negativo de 612 millones de euros.

La actividad desarrollada por Repsol le llevó durante los primeros nueve meses del año a realizar una contribución fiscal de más de 11.800 millones de euros, de los cuales más del 70% se pagaron en España.

Aumento de la retribución para los accionistas

Particularmente relevante fue la generación de caja en el período, que, en aplicación del Plan Estratégico de la compañía, ha permitido una significativa reducción de la deuda y una propuesta de incremento de la retribución al accionista.

La compañía aumentará hasta 0,35 euros brutos por acción la retribución en efectivo que se distribuirá a los accionistas el próximo mes de enero, al tiempo que el Consejo de Administración propondrá a la Junta General Ordinaria de Accionistas del próximo año un pago complementario de otros 0,35 euros brutos por acción. Así, la remuneración efectiva en 2023 aumentará un 11%, hasta los 0,70 euros brutos por acción y se adelantará el objetivo de retribución previsto por el Plan Estratégico para el año 2024.

Adicionalmente, Repsol anticipará en tres años su objetivo de recompra y amortización de acciones, estando previsto alcanzar a finales de este ejercicio los 200 millones de títulos amortizados establecidos para todo el periodo 2021-2025. Para ello, Repsol pondrá en marcha un nuevo programa de recompra que le permitirá amortizar los 50 millones de acciones que quedan para lograr este objetivo plurianual.

Asimismo, la fuerte generación de caja operativa de la compañía le permitió llevar a cabo una importante reducción de la deuda neta, que cerró septiembre en 2.181 millones de euros. Esta cifra supone un descenso de 3.581 millones de euros respecto a la registrada al inicio del presente ejercicio. Por su parte, la liquidez se incrementó hasta los 12.426 millones de euros, suficiente para cubrir 4,81 veces los vencimientos de deuda a corto plazo.

Hitos de los primeros nueve meses de 2022.

  • Repsol acordó en septiembre incorporar como socio de su negocio de Upstream a EIG, inversor institucional estadounidense. EIG adquirirá el 25% de este negocio, por valor de 4.800 millones de euros, lo que valora el total de la Exploración y Producción de Repsol en 19.000 millones, por encima del consenso de analistas. El acuerdo contempla una potencial salida a bolsa, previsiblemente en Estados Unidos, a partir del año 2026, siempre que se den condiciones de mercado favorables.
  • En junio, se anunció la venta del 25% de Repsol Renovables, transacción que se completó a finales de septiembre por 985 millones de euros. La operación valora, a cierre de 2021, en 4.383 millones de euros las renovables de la compañía, incluida la deuda, y demuestra la solidez del modelo de negocio y de crecimiento de Repsol en este segmento, creado hace poco más de tres años. La incorporación de Crédit Agricole Assurances y EIP como socios lleva aparejado un compromiso de inversión que refuerza el crecimiento de Repsol Renovables.
  • El 19 de enero se presentó Shyne, el mayor consorcio de hidrógeno renovable de España, integrado por 33 entidades de diferentes sectores, que desplegará proyectos con los que se espera generar más de 13.000 empleos. Repsol lidera esta iniciativa en línea con su estrategia en hidrógeno renovable, que presentó en octubre de 2021. La compañía prevé invertir 2.549 millones de euros hasta el año 2030 en este ámbito, de gran importancia para el modelo energético del futuro.
  • Repsol alcanzó acuerdos para la venta de participaciones minoritarias en varios activos renovables, que contribuyen al objetivo de obtener una rentabilidad de doble dígito en sus inversiones en este sector. En julio estableció con Pontegadea su incorporación, con una participación del 49%, al complejo fotovoltaico Kappa. A finales de marzo firmó con la sociedad de inversión TRIG la venta de una participación del 49% en el proyecto fotovoltaico Valdesolar (Badajoz). A esto se añade la operación realizada en noviembre de 2021, para que, también Pontegadea, se hiciese con el 49% del eólico Delta.
  • A principios de marzo se iniciaron las obras de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, que la compañía está construyendo en su refinería de Cartagena. Esta instalación, en la que Repsol invertirá 200 millones de euros, permitirá suministrar 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados, que podrán usarse en los actuales aviones, barcos, camiones o coches sin necesidad de hacer modificaciones en los motores. Se producirán a partir de residuos y su uso permitirá reducir las emisiones en 900.000 toneladas de CO2 al año.
  • La compañía adquirió en abril una participación en la canadiense Enerkem, líder mundial en producción de combustibles y productos químicos renovables mediante gasificación de residuos no reciclables. Esta inversión permitirá a Repsol acelerar sus proyectos de descarbonización gracias a la integración de la tecnología de Enerkem en sus instalaciones industriales y futuras plantas.
  • El 27 de abril, Repsol comenzó a producir electricidad en el parque solar fotovoltaico Jicarilla 2, de 62,5 MW, su primer proyecto renovable en Estados Unidos. En el mismo lugar está desarrollando otro proyecto fotovoltaico, Jicarilla 1, con 62,5 MW de capacidad instalada y 20 MW de almacenamiento a través de baterías. Además, la compañía anunció su intención de invertir en un proyecto de más de 600 MW en el estado de Texas, que se convertirá en la mayor instalación solar del grupo hasta la fecha.
  • También en abril, la compañía firmó un acuerdo con Ørsted para identificar y, en su caso, desarrollar conjuntamente proyectos de eólica marina flotante en España. Esta alianza combinará la experiencia de Repsol como proveedor global de multienergía y la de Ørsted como líder mundial en eólica marina.
  • En julio, Repsol comenzó a comercializar en Portugal electricidad 100% renovable y gas a clientes residenciales, así como luz a empresas.
  • A principios de febrero, Repsol adquirió la cartera de 25.000 clientes eléctricos residenciales y pymes de Capital Energy.
  • En los primeros días de marzo, Repsol constituyó con Telefónica una joint venture, Solar 360, que ofrecerá una solución integral de autoconsumo a sus clientes.
  • En julio, Repsol y Suma Capital crearon SC Net Zero Tech Ventures, un nuevo fondo de inversión capital-riesgo enfocado en tecnologías para la transición energética. El fondo acompañará a empresas que desarrollen tecnologías orientadas a la descarbonización y a la economía circular para fomentar su crecimiento, su expansión internacional y acelerar su aplicación a escala industrial.
  • Repsol obtuvo un permiso para evaluar el potencial geotérmico en la isla de Gran Canaria. La geotermia produce energía renovable de forma continua y estable, sin emisiones de CO2 y podría proporcionar mayor independencia energética al archipiélago.
  • La producción media de hidrocarburos de los primeros nueve meses del ejercicio fue de 549.000 barriles equivalentes de petróleo diarios.